La de Carmen Mc Evoy, historiadora, siempre es una voz importante de escuchar en estos tiempos convulsos. Con un ojo en nuestro pasado para interpretar el presente, responde a La República. Acaba de publicar, junto con Marcel Velásquez, la Historia del Perú de Juan Basilio Cortegana, oriundo de Celendín (Cajamarca), veterano de Ayacuchoy congresista de la República. Y prepara el lanzamiento de Historia mínima de la Guerra del Pacífico, por el IEP, en coautoría con Gabriel Cid.
?No. Continuará.
?Y arreciará. Lo que considero es que existe una responsabilidad compartida en la catástrofe que estamos viviendo, la que tiene que ver con ambiciones desenfrenadas y un Estado ausente que indirectamente las valida. Es por la magnitud de esta crisis sistémica que cada uno debe trabajar, desde su pequeña trinchera, por una reconstrucción no solo física sino mental y acaso espiritual. Solo así saldremos del abismo en el que ya ?finalmente? nos encontramos.
Duele e indigna la brutalidad con la que las mujeres son tratadas en el Perú?
?Uno de los más urgentes problemas en el Perú tiene que ver con la violencia contra la mujer. Lamentablemente, acaba de fallecer Katherine Gómez, quemada viva por un feminicida. Recuerda la tragedia de hace unos años de Eyvi Ágreda.
?Sí. Duele e indigna la brutalidad con la que las mujeres son tratadas en el Perú, pareciera que no tienen derecho ni al respeto ni a la compasión. Si no se les viola, robándoles en algunos casos su inocencia y felicidad futura, se les quema vivas, se les ahorca o se les acuchilla sin piedad alguna. El abuso y el trato violento se ha generalizado en nuestra sociedad, pero el ensañamiento contra las mujeres horroriza: hay 43 intentos de feminicidio y otros 33 crímenes en lo que va del año, y la cifra va en aumento. Sin embargo, las mujeres tenemos memoria y una historia como la de Katherine recuerda a la de Eyvi: dos mujeres huyendo de una relación tóxica para ser finalmente castigadas con el desfiguramiento y la muerte. Si no eres mía, no serás de nadie?, es el mensaje macabro.
?¿Cómo se puede enfrentar un problema así cuando la propia ministra de la Mujer, Nancy Tolentino, no tiene mejor idea que responsabilizar a las mujeres por no saber elegir bien a sus parejas?
?No es solamente inoportuno sino desatinado que una ministra, quien está hablando a nombre de un Estado que mira al otro lado en el tráfico de mujeres y niñas en La Pampa, se permita dar consejos que no vienen al caso. Lo que se requiere son políticas públicas que aborden directamente la violencia contra las mujeres, desde la escuela, pero también de un ministerio que, ante sus evidentes carencias, se escuda en el sermoneo inútil en el mismo día que Katherine fallece y su asesino probablemente ya huyó del país.