La selección peruana pasó unos malos momentos en su visita a España. La Blanquirroja concentraba previo a su partido amistoso contra Marruecospor fecha FIFA y se acercaron a los hinchas, quienes realizaban un banderazo. Sin embargo, lo que debió ser una fiesta y un alegre reencuentro de los compatriotas con sus representantes, se tornó en algo violento por la fuerte intervención de la Policía española, que confundió a los jugadores con los hinchas y llegaron a los empujones con golpes. Producto de ello, el capitán Pedro Gallesese acercó a la comisaría de la ciudad para brindar sus descargos en las diligencias y, en horas de la madrugada española, salió de dichas instalaciones para volver con la delegación de Perú.